Consumir probióticos regularmente puede mejorar moderadamente la presión arterial, según concluye un nuevo estudio que se publica en 'Hyptertension: Journal of the American Heart Association'. Los probióticos son microorganismos vivos, bacterias que se producen naturalmente en el intestino, que se cree que tienen efectos beneficiosos, cuyas fuentes comunes son el yogurt o suplementos dietéticos.
"La pequeña colección de estudios que analizamos sugiere que el consumo regular de probióticos puede ser parte de un estilo de vida saludable para ayudar a reducir la presión arterial alta, así como a mantener niveles saludables de presión arterial", resume Jing Sun, autora principal y profesora en el Instituto de Salud y la Escuela de Medicina de la Universidad Griffith, en Gold Coast, Queensland, Australia. "Esto incluye los probióticos en el yogur, la leche y el queso fermentado y amargo, y los suplementos probióticos", añade.
Tras analizar los resultados de nueve estudios de alta calidad que examinan la presión arterial y el consumo de probióticos en 543 adultos con presión arterial normal y elevada, los científicos de este estudio encontraron que la ingesta de probióticos redujo la presión arterial sistólica (el número superior) en un promedio de 3,56 milímetros de mercurio (mm Hg) y la presión arterial diastólica (el número inferior) en un promedio de 2.38 mm Hg, en comparación con los adultos que no consumen probióticos.
Los efectos positivos de los probióticos sobre la presión arterial diastólica fueron mayores en personas cuya presión arterial era igual o superior a 130/85, que se considera elevada. El consumo de probióticos durante menos de ocho semanas no redujo la presión sistólica o diastólica pero la ingesta de probióticos con un volumen diario de bacterias 109 unidades formadoras de colonias (UFC) puede mejorar la presión arterial frente a un consumo menor.
Los probióticos con múltiples bacterias disminuyen la presión arterial más que aquellos con una sola bacteria. "Creemos que los probióticos podrían ayudar a disminuir la presión arterial por tener otros efectos positivos sobre la salud, como la mejora del colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad o colesterol LDL, reducir la glucosa en sangre y la resistencia a la insulina, y ayudar a regular el sistema hormonal que controla la presión de la sangre y el equilibrio de líquidos", señala Sun.
"Los estudios que analizan los probióticos y la presión arterial tienden a ser pequeños. Por otra parte, dos estudios tuvieron una corta duración de tres a cuatro semanas en cuanto al consumo de probióticos, lo que podría haber afectado a los resultados globales del análisis", matiza Sun. Por ello, entiende que se necesitan estudios adicionales antes de que los médicos puedan recomendar con confianza probióticos para el control de la hipertensión arterial y la prevención.