Limpieza

Es, tal vez, la rutina de belleza más importante. Una piel limpia suele ser el paso previo fundamental para una piel sana y, por extensión, radiante. Eso sí, hay una serie de pequeñas normas que te pueden venir muy bien para presumir de cutis.

- La primera rutina de belleza: Se debe adquirir desde muy joven una rutina de belleza que incluya la limpieza diaria, preferentemente por la noche.

- Tu tipo de piel: Las pieles muy grasas se beneficiarán no sólo de una limpieza nocturna, sino también de una matutina para eliminar los restos del sebo producido por la noche.

- Modo de aplicar: El limpiador se usa siempre desde el centro del rostro hacia fuera. Todos los gestos deben ser suaves, sin tirar del tejido.

- Atención a las zonas clave: Insiste en las aletas de la nariz, la barbilla y la frente, sin olvidar la raíz del cabello, el cuello y el escote.

- Para finalizar: Aclara con agua tibia y finaliza siempre con agua fría, que ayuda a cerrar los poros. Y al secar la piel, hazlo con suavidad, apretando la toalla contra el rostro con suaves golpecitos.

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