Pro Junior FS · CFN · 30 sticks

Los probióticos, para que puedan ser utilizados en la práctica clínica diaria, deben de ser de cuarta generación y de derivación humana. Además, el producto, debe estar compuesto por cepas específicas, que ayuden para cada caso concreto. No existe una mezcla de bacterias que ayude a mejorar cualquier tipo de patología. De ahí la importancia de la correcta composición del producto.

La presencia en este producto de las distintas cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, permite mejorar la salud integral del tracto digestivo. El tracto gastrointestinal es hábitat natural de un gran número de bacterias. Este ecosistema incluye muchos microorganismos necesarios para un correcto mantenimiento de la homeostasis y promover la salud. Este equilibrio permite mantener un correcto funcionamiento del sistema inmune y proveerle de capacidad defensiva frente a múltiples patógenos, que pueden alterar nuestro estado de salud. Además ejercen estímulo inmunomodulador, regulando la respuesta del mismo.

Así, por ejemplo, las cepas B. breve, L. rhamnosus y L. paracasei, son capaces de inhibir in vitro el crecimiento de microorganismos patógenos tales como Listeria monocytogenes, Salmonella typhi, Salmonella typhimurium y Shigella sonnei, así como la replicación de cepas de rotavirus.

La presencia de la cepa B. longum ES1, permite mejorar la respuesta antiinflamatoria. En tres modelos celulares distintos se ha comprobado que esta cepa suprime la producción de citoquinas proinflamatorias e incrementa la producción de la interleuquina antiinflamatoria IL-10.

Lactobacillus reuteri es una bacteria simbiótica, bien adaptada para colonizar el tracto gastrointestinal. Es eficaz en seres humanos, reforzando el sistema inmunológico y protegiéndolo frente a bacterias dañinas (Salmonella, Staphylococcus, Cándida albicans, etc.)

El Saccharomyces boulardii es un micromiceto resistente a antibióticos, tiene capacidad para contrarrestar microorganismos patógenos (Cándida albicans y Escherichia coli) y puede producir proteasas específicas contra la bacteria Clostridium difficile.

La Vitamina D3 contribuye al normal funcionamiento del sistema inmune, ya que es necesaria para alargar la vida útil de los glóbulos blancos.

Aplicaciones:

Inmunoestimulante e inmunomodulador, infecciones víricas, infecciones intestinales bacterianas, antifúngico (candidiasis albicans), antidiarreico, disbiosis intestinal, enfermedades inflamatorias intestinales.

Composición activa por stick:

• 2.000 mg de fructooligosacáridos (90% inulina).
• 50 mg de Saccharomyces boulardii (Aporte de células vivas, 1000 millones).
• 20 mg de Lactobacillus reuteri (Aporte de células vivas, 1000 millones).
• 10 mg de mezcla de bacterias: Bifidobacterium lactis, Lactobacillus rhamnosus, Bifidobacterium breve, Lactobacillus paracasei, Bifodobacterium longum ES1 (Aporte de células vivas, 500 millones).
• 10 mg de mix de bacterias: L. bulgaricus, S. thermophilus, B. bifidum, B. animalis lactis, B. infantis, L. acidophilus, L. casei, L. rhamnosus (Aporte de células vivas, 500 millones).
• 0,75 mcg de vitamina D3.

Modo de empleo:

Tomar 1 stick al día en medio vaso de agua (125 ml), remover enérgicamente hasta conseguir la dispersión del producto y tomar antes de que el producto se deposite.

Presentación:

Envase de 30 sticks.