El Kale es una verdura de hoja verde oscura estrechamente relacionada con la berza. Este vegetal fue uno de los más comunes en Europa hasta finales de la Edad Media. En la Segunda Guerra Mundial aumentó drásticamente su popularidad de nuevo, ya que era fácil de cultivar y extremadamente nutritivo.
Durante años ha sido principalmente un alimento para animales, pero recientemente ha despertado admiración, especialmente en Estados Unidos, donde llaman Kale a diversas cultivares de col rizada.
El Kale, como la col de Bruselas, el brócoli y la coliflor, es una variedad de la especie Brassica oleracea. Es un vegetal que se adapta a la mayoría de los climas, y por ello está presente en las cocinas de todo el mundo. En zonas frías, cuando el Kale está expuesto a heladas, produce hojas con un sabor particularmente dulce y una textura suave.
Beneficios de la col Kale
El clásico refrán “con huerta y verdura alejas la sepultura” cobra aún más sentido si hablamos de la col Kale. Está llena de poderosos nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes, que ofrecen el 113% de la ingesta diaria de vitamina A. Y no solamente esto, sino que sus beneficios para la salud son tan extensos que se le considera un superalimento:
- Es muy bajo en calorías y rico en nutrientes.
- Es una excelente fuente de vitamina C (contiene mucha más vitamina C que la naranja).
- Ayuda a celerar la recuperación de los resfriados y la gripe.
- La col Kale contiene más cantidad de hierro que la carne roja. El hierro permite la maduración de los glóbulos rojos, que son eneciales para transportar oxígeno por todo el cuerpo.
- Es rica en fibra, ideal para propiciar una buena salud digestiva.
- Se cree que reduce los niveles de colesterol malo en la sangre y aumenta los niveles de colesterol bueno. Este equilibrio ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades cardiacas.