Durante la primavera y sobre todo en verano nuestra dermis se ve sometida a condiciones más extremas como son las altas temperaturas, la exposición al sol y la sudoración excesiva. Es por esto que la necesidad de cuidar la piel en verano es mayor. Una piel bien hidratada posee una mayor elasticidad y se encuentra más protegida, por lo que es más resistente a cualquier agresión externa.
Además, una buena hidratación permite también mantener una correcta termorregulación corporal, situación esencial para un buen funcionamiento de las células y una piel sana. Si quieres saber cómo cuidar la dermis en verano, aquí te proponemos los mejores consejos para la piel de toda la familia.
¿Cómo preparar la piel en verano?
Como hemos adelantado en la introducción de este post, una piel sana y bien hidratada está más protegida ante las agresiones externas en la época más calurosa del año.
Por lo tanto, la clave para que tu piel esté bien hidratada y resistente en verano consiste en cuidarla correctamente durante todo el año sin esperar a que lleguen el calor y las vacaciones en la playa.
Desde luego, cuando se acerca el buen tiempo, también deberías tener en mente algunas precauciones y dedicar cuidados especiales a determinadas zonas del cuerpo como la cara.
Asimismo, hay que extremar las protecciones para las pieles más delicadas, como la de los niños, las pieles sensibles y aquellas con tendencia acnéica.
A continuación, te indicamos los principales cuidados de la piel en verano. ¡Toma nota!
8 consejos para cuidar la piel en verano (para toda la familia)
Mantener una piel sana y bonita durante el verano no es una tarea demasiado complicada, solamente hay que tener en cuenta una serie de trucos:
1. ¡Hidrátate por dentro y por fuera!
Cuando aumenta el calor, la humedad o tu nivel de actividad física, puedes necesitar beber más porque se incrementan las pérdidas hídricas debido a la sudoración. Por este motivo, en general, en verano se recomienda tomar de 2 a 2,5 litros de líquido diarios.
Pero, más allá de la cantidad, es clave saber cómo hidratarse. Para hacerlo bien y facilitar esta tarea y te sugerimos:
1. Beber de forma continuada a lo largo de todo el día, incluso aunque no tengas sed, ya que esta sensación aparece cuando existe ya cierto grado de deshidratación.
2. Llevar a mano una botella de tu bebida favorita que te recuerde la necesidad de beber.
3. Elegir entre la gran variedad de bebidas que tienes a tu disposición. Además de agua, las infusiones, refrescos, los zumos, los caldos ayudan a beber lo suficiente e hidratar el organismo.
Hidrata tu piel también desde fuera utilizando productos específicos de uso tópico. Para garantizar una hidratación profunda de la piel del rostro es esencial seguir una rutina de limpieza correcta. Si tienes dudas, te indicamos cómo realizarla en el punto 5.
2. Alimentación equilibrada
Las frutas, verduras y hortalizas también contribuyen a la hidratación, ya que tienen un alto contenido en agua. Incluso, algunas como las zanahorias, los pimientos o el melón son muy recomendadas en verano porque nos aportan nutrientes como el betacaroteno. Este pigmento natural es un potente antioxidante que protege y mejora la salud dérmica. ¡Además, favorece el bronceado!
Sobre todo en verano, tenemos una gran variedad de frutas y verduras de temporada que nos aportan nutrientes de calidad para el organismo, así que podemos variar y aumentar su consumo fácilmente. ¡Aprovéchalos!
3. Reduce el consumo de diuréticos y alcohol
En verano hay más elementos que favorecen la transpiración y la pérdida de agua y minerales a través del sudor. También hay algunas bebidas que pueden aumentar la pérdida de líquidos.
Hay que tener cuidado sobre todo con las infusiones de plantas diuréticas como la cola de caballo, y productos para pérdida de peso que pueden tener efecto diurético.
Es oportuno reducir también el consumo de bebidas alcohólicas. El alcohol tiene un gran poder diurético y deshidrata.
4. Practica deporte de forma segura
Si haces deporte, debes beber antes, durante y después de practicarlo. Normalmente, con la actividad física se pierde mucho líquido a través del sudor y en la estación calurosa la transpiración aumenta.
En estas situaciones, recuerda que las bebidas para deportistas te ayudan a reponer sales minerales y glucosa, además de hidratarte.
5. Rutina de belleza diaria
El orden correcto de aplicación de productos para la limpieza facial diaria es el siguiente:
1. Limpieza.
2. Tónico.
3. Serum.
4. Crema hidratante.
Este último punto es determinante en cada período del año, pero sobre todo en verano tu piel necesita más hidratación. Elige el producto más adecuado para tu tipo de piel y realiza tu rutina al despertar por las mañanas y antes de acostarte por las noches.
Y, por supuesto, en primavera y verano, la protección solar debería ser parte de tu rutina de belleza facial. ¡Incluso cuando no vas a la playa!. En el siguiente apartado encuentras más información al respecto.
6. Protégete del sol
Ante todo, recordamos que los cuidados de la piel ante el sol se tienen que realizar todo el año.
Con relación al verano, evita tomar el sol entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde. Estas son las horas de mayor intensidad de los rayos solares y puede tener efectos nocivos sobre la piel.
Usa siempre protección solar con filtro UVA Y UVB para evitar los daños de la radiación solar y el envejecimiento prematuro de la piel. Sin duda, existen muchos productos protectores solares.
Si no tienes claro qué tipo y qué factor de protección solar utilizar para proteger la piel de adultos o pequeños, mira cómo se calcula el factor de protección adecuado según el tipo de piel.
Recuerda que también puedes tomar complementos de uso interno con nutrientes (betacarotenos, aceite de rosa mosqueta, aminoácidos, vitaminas…) que te ayudan a proteger tu piel de los efectos del sol.
Para una protección muy alta contra los rayos solares en adultos puedes optar por cremas solares SPF 50 como Kerbi. Este producto contiene principios activos que no solo protegen de los rayos UVA y UVB, sino que hidratan, prolongan el bronceado y favorecen la síntesis natural de vitamina D.
7. Ropa adecuada
Utilizar ropa cómoda de tejidos naturales nos ayuda a mantenernos más frescos en los días de verano. Este tipo de prendas está indicado sobre todo porque nos ayuda a evitar la sudoración excesiva. Llevar sombreros, ropa de manga larga y pareos en las horas más calurosas, además, nos ayuda a prevenir quemaduras solares.
8. Cuidados específicos
Los productos que aplicas en tu dermis son determinantes para la salud y la belleza de tu piel durante todo el año. Sin embargo, cuando hace calor tienes que tener mucho cuidado en elegir los cosméticos para tu piel.
El calor afecta a todos tipos de piel, pero las más sensibles requieren una protección y cuidados extra.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, lo ideal es aumentar los cuidados de la piel del rostro en verano, añadiendo un factor de protección solar a tu rutina diaria y optar por cremas hidratantes con acción antioxidante que ayudan a prevenir los efectos dañinos de las radiaciones solares.
En segundo lugar, debemos prestar atención a las necesidades de los más pequeños. El protector solar es uno de los productos que no pueden faltar para los cuidados de la piel de los niños en verano. En este caso también tenemos que elegir productos respetuosos para la piel que garanticen la máxima protección y una rápida aplicación para un mayor confort. Protectores como el Spray Solar Niños SPF50 de Acorelle puede ser una opción ideal si buscas un protector solar infantil formulado para las pieles más sensibles.
Las cicatrices en la piel en verano, también, requieren de cuidados especiales. Cubrirlas o aplicar protectores solares ayuda a evitar problemas de pigmentación en cicatrices recientes.
Por último, las pieles grasas y acnéicas también pueden presentar más problemas cuando hace calor. Por esta razón, es recomendable utilizar productos adecuados como los cosméticos no comedogénicos que hidratan y a la vez previenen problemas causados por el calor y el sudor.
Para disfrutar de una piel sana y gozar de un bronceado uniforme es muy importante que la piel esté protegida e hidratada y que se tengan en mente los cuidados de la piel en la playa, evitando la exposición por largos períodos y utilizando protecciones solares adecuadas.
Por lo demás, los consejos de cuidado de la piel en temporada estival son muy sencillos e incluyen pautas como la limpieza diaria de la piel con productos suaves que eliminan la suciedad sin alterar el manto ácido del cutis.