Saciante, estimulante del metabolismo y regulador intestinal son algunas de las características que han convertido el fucus en una de las algas más consumidas, sobre todo por las mujeres, ya que sus cualidades la convierten en toda una aliada de las dietas de adelgazamiento. Pero ahí no acaban sus virtudes, además posee principios activos que contribuyen a cuidar de nuestra belleza y salud.
El fucus (Fucus vesiculosus) es una alga marrón típica de las aguas frías del océano Atlántico. En nuestro país se recolecta en las costas gallegas, donde durante la primavera y el verano queda depositada en las playas cuando baja la marea. Esta alga tiene un aspecto muy peculiar, posee un talo largo y plano que se va ramificando y en el cual llama la atención la presencia de unas vesículas llenas de aire, que además de darle nombre, actúan como flotador para que el alga pueda quedar cerca de la superficie del agua y nutrirse mejor del sol.
Los talos secos del fucus son un auténtico concentrado de nutrientes, entre los que destacan el yodo, calcio, hierro, magnesio, provitamina A, ácido fólico, ácido ascórbico, vitaminas del grupo B, proteínas, polifenoles, alginatos, ficocoloides y fenoles.
Ya en el siglo XVIII, los médidos recomendaban el fucus para reforzar la nutrición de sus pacientes. En el siglo XIX se empleó por primera vez en las dietas de adelgazamiento, al observar que ayudaba a evitar la absorción de las grasas de la dieta.
Recomendable en las dietas de adelgazamiento.
La toma de complementos dietéticos a base de fucus ayuda a bajar de peso. Esta alga es muy rica en yodo, un mineral que puede inducir la producción de hormonas tiroideas y, por tanto, activar el metabolismo de las grasas y su combustión. Además, contiene alginatos, que proporcionan una mayor sensación de saciedad y mejoran el tránsito intestinal, y su riqueza en minerales la hace muy útil para ayudar a remineralizar el organismo y evitar la retención de líquidos.
Tu piel y tu salud a salvo.
La provitamina A que contiene el fucus ayuda a regenerar los tejidos y las células del cuerpo y además interviene en la producción de melanina, contribuyendo a proteger la piel del sol. También posee pequeñas cantidades de fucoidina, una sustancia que favorece el aumento de la producción de colágeno y, por tanto, contribuye al mantenimiento de la elasticidad de la piel. además, la fucoidina posee otras propiedades tan interesantes como ayudar a fluidificar la sangre, activar las células inmunitarias, reducir la inflamación e inhibir la síntesis interna de lípidos.
La deficiencia silenciosa.
La dieta de los españoles sigue siendo baja en yodo, una deficiencia que no suele dar síntomas. Por ello, puede ser interesante ingerir complemento ricos en yodo como los elaborados a partir del fucus cuando la dieta es deficitaria de este mineral.