La astaxantina es uno de los antioxidantes más potentes descubiertos hasta ahora. Su estructura molecular, diferente del resto de los antioxidantes externos hasta ahora utilizados (vitamina E, A, betacaroteno, etc.), es la que proporciona sus propiedades exclusivas.
Esta sustancia es un pigmento de color rojo producido principalmente por la microalga Haematococcus pluviales, fuente natural de astaxantina, y ni los animales ni los seres humanos pueden sintetizarla por lo que deben obtenerla a través de la alimentación para abastecer sus requerimientos nutricionales metabólicos.
Debido a que para obtener una ingesta adecuada de astaxantina natural mediante la dieta habitual tendríamos que ingerir grandes cantidades de algas y organismos marinos (camarones, gambas, etc.) donde se encuentra, su incorporación al organismo a través de la ingesta de complemento alimenticios es importante pata tener la seguridad que aportamos al organismo la cantidad que necesita.
Astaxantina de origen natural.
Es importante conocer el origen de la astaxantina que consumimos, por que también existe astaxantina sintética, la cual tiene un perfil molecular diferente a la astaxantina natural. La astaxantina sintética proviene de productos petroquímicos altamente procesados y no proporciona los mismos beneficios. Se absorbe y deposita peor en los tejidos que la de origen natural (Fang TJ, Chang YS. 1993. Improvement os astaxanthin production by Phaffia rhodozyma through mutation and optimization of culture conditions. J. Ferment. Bioeng. 75:466-469). Además la astaxantina sintética presenta menor poder antioxidante porqué no está esterificada con ácidos grasos de cadena larga (ácidos grasos predominantes C18:1 y C20:0), adheridos a los extremos de las moléculas. Es comúnmente usada para complementar los alimentos de los peces (salmón, trucha, etc.) con el fin de que obtengan el deseado color rosado/rojo-anaranjado.
La Astaxantina como antioxidante.
La potente capacidad antioxidante de la astaxantina ha sido comprada con otros nutrientes, lo que ha puesto en evidencia su superioridad en la lucha contra los diferentes tipos de radicales libres.
Se ha visto que el poder antioxidante de la astaxantina es:
- 65 veces más poderosa que la vitamina C.
- 54 veces más fuerte que el beta caroteno.
- 47 veces más fuerte que la luteína.
- 14 veces más potente que la vitamina E.
Además, ha demostrado ser más eficaz en su capacidad de eliminar al radical libre “oxígeno singlete”, uno de los más peligrosos para las células. Proporciona protección contra más tipos de radicales libres (aldoxilo, hidroxilo, peroxilo, oxígeno singlete y triplete) que muchos otros antioxidantes.
La mayor capacidad antioxidante de la astaxantina se debe a su estructura molecular. Sus propiedades polares (tiene dos grupos cetónicos en cada anillo) le permiten colocarse en un lugar estratégico en la membrana celular en donde los radicales libres le atacan por primera vez, preservando tanto la parte interior como la superficie externa de la célula (los antioxidantes liposolubles como la vitamina E se sitúan únicamente en la parte lipofílica de la membrana). Al permitirle actuar tanto dentro como fuera de la bicapa lipídica de la membrana, le confiere una mayor protección a las células frente al daño oxidativo, equilibrando la permeabilidad de la membrana y aumentando su potencial antixidante (Guerin M et al, 2003; McNulty H et la, 2008).
La astaxantina es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica para proteger las neuronas. Gracias a que en su estructura química contiene en cada extremo un ácido graso esencial se absorbe 100% a través de las membranas celulares. Esta propiedad única es importante para un antioxidante, ya que le permite ampliar su actividad antioxidante al sistema nervioso central, que el altamente susceptible al daño por radicales libres. Otros antioxidantes como el β-caroteno y el licopeno no presentan esta característica.
También es capaz de atravesar la barrera retiniana siendo fundamental para prevenir la degeneración macular y la pérdida de la visión relacionada con la edad, las cataratas, el glaucoma, etc. Además, produce una reducción de la fatiga ocular producida por estar mucho tiempo frente a la pantalla del ordenador, del televisor, por la mala iluminación, etc. y mejora la agudeza visual.
Otra de las ventajas de la astaxantina es que nunca llega a estar en estado pro-oxidante (no se oxida), como otros antioxidantes. Otras sustancias como el β-caroteno, el licopeno, el zinc o las vitaminas A y E, pueden convertirse en pro-oxidantes y tener un efecto negativo causando oxidación en el cuerpo. Este es uno de los factores que separa la astaxantina de los demás antioxidantes y le convierten en mejor antioxidante que otros. Afortunadamente, los constituyentes moleculares de la astaxantina tienen pequeñas diferencias que la impiden convertirse en una sustancia pro-oxidante.
Otra de la características de la astaxantina hace que se le llame "molécula de la belleza". Previene el envejecimiento cutáneo y además presentar una potente capacidad de "absorber" la radiación ultravioleta del sol que puede acelerar el proceso de envejecimiento cutáneo.