
“¡Cúbrete, o te enfermarás!”. Todos hemos escuchado a madres y abuelas, preocupadas por la salud de los más pequeños, repetir esta frase en los meses fríos. Pero ¿cuánto tiene de verdad y cuánto de creencia decir que el frío enferma?
Si te interesa saber cómo el frío puede afectar a la salud y si realmente nos enferma, en este artículo vamos a aclarar dudas.
¿Es verdad que el frío baja las defensas y nos enferma?
Durante generaciones, se ha creído que la exposición al frío resfría y es una causa directa de enfermedades como el resfriado o la gripe. Sin embargo, desde un punto de vista científico, el frío por sí solo no es responsable de que enfermemos, es decir, no se producen los resfriados por frío.
Lo que realmente ocurre es que en climas fríos, nuestro sistema inmunitario puede verse afectado de manera indirecta. Por esto, no es correcto decir que el frío nos hace enfermar, pero sí puede contribuir a bajar nuestras defensas. Durante la época de frío hay algunos factores asociados, como la menor exposición al sol, el hecho de pasar más horas en espacios cerrados y la circulación de virus en ambientes con poca ventilación.
Por todo lo anterior, muchas personas recurren a suplementos y productos naturales para aumentar las defensas en el invierno. De todos modos, los resfriados son causados por virus y no son una causa directa de las bajas temperaturas, por lo que decir que el frío enferma es incorrecto. Sigue leyendo para conocer más detalles
¿Cómo afecta el frío a la salud?
Algunas entidades científicas como la SEMG - Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia nos explican que, a pesar de no ser una causa directa de enfermedades como la gripe, el frío puede afectar al cuerpo de diferentes maneras:
- Vasoconstricción: Las bajas temperaturas provocan una contracción de los vasos sanguíneos, lo que puede reducir la circulación en las extremidades y en la nariz. Como consecuencia de lo anterior, las células inmunitarias pueden ser menos eficientes en su respuesta ante virus y bacterias.
- Menos exposición al sol: La reducción de la luz solar en los meses de invierno disminuye la síntesis de vitamina D, un nutriente clave para el sistema inmunitario.
- Condiciones ambientales favorables para virus: En climas fríos, el aire seco facilita la transmisión de virus respiratorios como la gripe y el resfriado común. Además, la tendencia de las personas a permanecer en lugares cerrados favorece el contagio de enfermedades.
Entonces, ¿qué tiene que ver el frío con el resfriado?
El resfriado común, la gripe y otras infecciones respiratorias son causadas por virus, y no por el frío en sí. Sin embargo, durante el invierno aumenta la incidencia de estas enfermedades y los médicos recuerdan la importancia de protegerse y fortalecer las defensas naturalmente.
Seguir un estilo de vida sano ayuda al buen funcionamiento del sistema inmune. Además, podemos aprovechar los extractos de algunas plantas medicinales para fortalecer el sistema inmunitario antes de la temporada de resfriados. Hay varias marcas que proponen suplementos para fortalecer las defensas y podrás elegir entre productos naturales en gotas, cápsulas e incluso gummies.
Pero, ¿por qué hay que fortalecer las defensas cuando hace frío? Lo que ocurre es que las bajas temperaturas crean un entorno propicio para la proliferación de estos virus. Algunos factores clave incluyen:
- Mayor contacto entre personas: Pasar más tiempo en espacios cerrados y con ventilación reducida facilita la propagación de virus. Además, el Dr. Rodrigo Santos Santamarta, miembro del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en una entrevista nos explica que los virus respiratorios estacionales son más resistentes y se replican con más avidez. Por esta razón, consiguen sobrevivir más tiempo a temperaturas bajas como las que encuentran en nuestras vías respiratorias altas.
- Resequedad de las mucosas: El aire frío y seco puede resecar las vías respiratorias, lo que reduce la eficacia de las barreras naturales del cuerpo contra infecciones.
- Cambio en los hábitos de higiene: Durante el invierno, tendemos a lavarnos menos las manos debido a la sensación de sequedad en la piel, lo que aumenta la posibilidad de contagio.
Conclusión: no, el frío no resfría ni te enferma
A pesar de la creencia popular, el frío en sí no es responsable de las enfermedades respiratorias. Son los virus los que provocan infecciones, y las condiciones climáticas solo favorecen su propagación.
Para prevenir enfermedades en invierno, es fundamental mantener buenos hábitos de higiene, fortalecer el sistema inmunitario con una alimentación balanceada y los suplementos correctos y garantizar una ventilación adecuada en los espacios cerrados. Así, podremos enfrentar el frío sin temor a enfermarnos.