La alergia es una reacción exagerada del organismo, concretamente del sistema inmunitario, a una sustancia que reconoce como extraña y dañina (llamada alérgeno).
Los procesos alérgicos son muy variados en tipo y gravedad, sin embargo, todos tienen unas características bioquímicas y fisiopatológicas comunes. Existen diferentes alérgenos como los alimentos, el polvo, el polen, los ácaros, los olores..., todos ellos considerados como adversarios contra los que el cuerpo reacciona violentamente para destruirlos, evacuarlos o expulsarlos.
Se estima que casi 14 millones de españoles padecen algún tipo de alergia. Además, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEIAC), calcula que cada año hay un 2% de incremento
En la naturaleza existen algunos recursos que ayudan a prevenir la aparición de síntomas en los procesos alérgicos (alergia primaveral, alergias que cursan con síntomas respiratorios...) e incluso pueden disminuir su intensidad en el caso de que se presenten.
- Helicriso
Planta originaria de la península itálica y conocida desde la época greco-romana. Aporta efectos beneficiosos sobre la alergia y sus síntomas, gracias a que promueve la producción de cortisol estimulando las glándulas suprarrenales, induciendo:
- Acción antiinflamatoria: proporciona una acción amplia sobre la respuesta inflamatoria, inhibiendo la formación de sustancias pro-inflamatorias y la inhibición de las dos vías de su metabolismo, que son el principal mecanismo del proceso inflamatorio.
- Imunomoduladora: regula los niveles de los linfocitos T responsables de regular los otros componentes del sistema inmunitario.
- Grosellero Negro
El grosellero negro es una planta conocida por sus acciones antiinflamatorias y antialérgicas, mediadas por sus múltiples principios activos, como las antocianinas y los ácidos grasos esenciales.
Estimula la secreción de hormonas como la cortisona y el cortisol, las cuales:
- Inhiben la biosíntesis y liberación de las prostaglandinas.
- Inhiben la liberación de histamina y células proinflamatorias: evitarán los síntomas provocados por los alérgenos, como consecuencia de una acción inflamatoria directa y una acción antialérgica a dos niveles: de forma inmediata, gracias a la inhibición de la degranulación de los mastocitos, y a más largo plazo, disminuyendo el reclutamiento de eosinófilos, disminuyendo la inflamación pulmonar y evitando el daño celular.
- Cúrcuma
Planta con grandes propiedades antiinflamatorias gracias a su efectivo principio activo, la curcumina, que se encuentra en su rizoma.
Entre sus beneficios terapéuticos encontramos sus fuertes efectos antiinflamatorios, gracias a que:
- Inhibe la inmunoglobulina E: anticuerpo para combatir la alergia. Se encuentra en los pulmones, la piel y las membranas mucosas.
- Inhibe la degranulación de los mastocitos: inhibiendo la liberación de histamina.
- Disminuye el número de células proinflamatorias: eosinófilos, macrófagos.
- Reishi
Hongo medicinal ampliamente utilizado en la micoterapia de China, Japón y Corea. Sus propiedades antiinflamatorias se deben principalmente a polisacáridos específicos y otros componentes activos.
El mecanismo principal del reishi sobre la alergia es:
- Inhibir la liberación de histamina: mejorando los síntomas de pacientes con alergias y asma.
- Acción inmunomodulador: relacionada con la acción antiinflamatoria y antialérgica.
- Minerales
- El zinc contribuye al normal funcionamiento del sistema inmunitario, evitando las reacciones alérgicas exageradas.
- El manganeso es el oligoelemento por excelencia que interviene en el sistema inmune.
- El cobre es un protector contra los agentes tóxicos que pueden causar alergias y además favorece la resistencia a las infecciones.
- Vitaminas
- Las vitaminas C, D y B6 ayudan a mantener una buena función del sistema immunitario, tanto en niños como en adultos.
- Además, la vitamina D ha demostrado tener efectos beneficiosos sobre algunos tipos de alergia, como la dermatitis atópica y el asma alérgico.