De cara a la primavera y el verano hay que extremar el cuidado de la dermis, ya que en estas estaciones se ve sometida a condiciones más extremas como son las altas temperaturas, la exposición al sol y la sudoración excesiva.
Una piel bien hidratada posee una mayor elasticidad y se encuentra más protegida, por lo que es más resistente a cualquier agresión externa. Además, una buena hidratación permite también mantener una correcta termorregulación corporal, situación esencial para n buen funcionamiento de las células de la piel.
Mantener una piel sana y bonita durante el verano no es un tarea demasiado complicada, solamente hay que tener en cuenta una serie de trucos:
1. Toma de 2 a 2,5 litros de líquido diarios. Cuando aumente el calor, la humedad o tu nivel de actividad física puedes necesitar beber más porque se incrementan las pérdidas hídricas.
2. Bebe de forma continuada a lo largo de todo el día, incluso aunque no tengas sed, ya que esta sensación aparece cuando existe ya cierto grado de deshidratación.
3. Lleva a mano una botella de tu bebida favorita que te recuerde la necesidad de beber.
4. Elige entre la gran variedad de bebidas que tienes a tu disposición. Además de agua, las infusiones, refrescos, los zumos, los caldos ayudan a beber lo suficiente e hidratar el organismo.
5. Las frutas, verduras y hortalizas también contribuyen a la hidratación, ya que tienen un alto contenido en agua.
6. Evita el alcohol porque tiene un gran poder diurético y deshidrata.
7. Si haces deporte, debes beber antes, durante y después de practicarlo, ya que se pierde mucho líquido a través del sudor. En estas situaciones, recuerda que las bebidas para deportistas te ayudan a reponer sales minerales y glucosa además de hidratarte.
8. Hidrata tu piel también desde fuera utilizando productos especializados de uso tópico.
9. En verano evita tomar el sol entre las 12 del mediodia y las 4 de la tarde, ya que son las horas de mayor intensidad y puede tener efectos nocivos sobre la piel.
10. Usa siempre protección solar con filtro UVA Y UVB para evitar los daños de la radiación solar y el envejecimiento prematuro de la piel. Recuerda que también puedes tomar complementos alimenticios de uso interno con nutrientes (betacarotenos, aceite de rosa mosqueta, aminoácidos, vitaminas…) que te ayudan a proteger tu piel de los efectos del sol.