Los parásitos intestinales viven dentro de nosotros. Se alimentan a costa nuestra, aprovechando parte de los nutrientes que ingerimos. Si nuestros sistema inmunitario es fuerte, la carga parasitaria será baja, pero si la cantidad es suficiente se convertirán en patógenos: nos provocarán diarreas, hinchazón, picores, malestar digestivo, pérdida de peso...
Aunque se asocian a países pobres o en vías de desarrollo, con hábitos higiénicos escasos, lo cierto es que las enfermedades parasitarias también tienen relevancia aquí, relacionada sobre todo con los alimentos contaminados o mal cocinados. Cada vez son más los viajes largos fuera de nuestras fronteras, incluso de personas con enfermedades crónicas o inmunodeprimidas. Los inmigrantes viajan a menudo a sus regiones de origen. Hábitos y movimientos migratorios tienen mucho que ver con un dato: el 10% de las diarreas infecciosas en nuestro país están provocadas por parásitos intestinales.
Las infecciones parasitarias más comunes están provocadas por:
|
En medicina convencional, el tratamiento de estas infecciones se basa en la utilización de fármacos antihelmínticos con diferentes mecanismos de acción. Sin embargo, la aparición de resistencias a estos medicamentos, sus efectos secundarios, en algunos casos, y la necesidad de mantener tratamientos durante largos periodos de tiempo, han hecho que surjan investigaciones encaminadas a encontrar nuevas moléculas activas contra estos parásitos. En este sentido, las plantas medicinales son una buena fuente de compuestos activos como terpenos, saponinas, flavonoides, alcaloides o fenoles, que pueden ser una buena opción para el tratamiento de estas infecciones.
¿Qué remedios naturales puedo utilizar contra estos parásitos?
- Tomillo (Thymus vulgaris L.)
Conocida popularmente como un estimulante de nuestras defensas, útil también en afecciones respiratorias, esta planta aromática tiene actividad antimicrobiana. Esta se debe al timol y el carvacrol, los dos componentes mayoritarios del aceite esencial. Diversos estudios han demostrado que actúa impidiendo la eclosión de los huevos y el movimiento de las larvas y los gusanos.
- Ajo (Allium sativum L.)
En la medicina tradicional china, el ajo se utiliza en extractos alcohólicos para combatir los gusanos intestinales. Diferentes estudios han constatado esa función del ajo frente a parásitos que causan giardiasis, leishmaniosis o filariosis.
- Hierbabuena (Mentha spicata L.)
Entre las múltiples propiedades de la hierbabuena, muy conocida por su uso para frente a las malas digestiones y para tratar afecciones respiratorias, está también la antihelmíntica. En muchos lugares del mundo se utiliza tradicionalmente para ayudar a expulsar los gusanos intestinales.
- Verdolaga (Portulaca oleracea L.)
En las hojas de esta planta, muy abundante en la naturaleza y considerada parte de la maleza, se han identificado diferentes compuestos químicos con acción antihelmíntica. Diferentes estudios in vitro han comparado su actividad con la de algunos medicamentos, constatando que puede paralizar y matar diversos gusanos.
- Carbonato de magnesio
No tiene una acción directa sobre la motilidad o la pervivencia de los parásitos, pero si ayudará a la eliminación de los gusanos. El carbonato de magnesio funciona en nuestro organismo como un laxante suave atrayendo agua hacia el intestino y aumentando el volumen de las heces.
¿Cómo puedo prevenir los parásitos intestinales?
|