El ungüento es una preparación que puede tener un uso cosmético o medicinal. ¿Sabes cuál es el significado de ungüento y qué característica tiene? ¿En qué se diferencia de una pomada y cuándo se recomienda utilizar los ungüentos? Aquí aclaramos todas tus dudas.
Significado de ungüento: ¿Qué es?
Ungüento es una palabra de origen latín que deriva del verbo ungere (untar en castellano). Y es que la acción de untar o engrasar está directamente relacionada con la composición y la aplicación de estos preparados de uso cosmético y medicinal.
De hecho, los ungüentos se clasifican en la categoría de los preparados farmacéuticos semisólidos obtenidos a partir de una base grasa u oleosa a la que se unen los principios activos de una o más plantas medicinales.
Con respecto a otros preparados medicinales, los ungüentos destacan por su consistencia densa y el uso exclusivamente tópico. Sin embargo, también hay otros preparados como las cremas, las pomadas o los geles, que poseen características similares y pueden confundirnos. A continuación, te explicamos las diferencias.
Diferencia entre ungüento, pomada y crema
Los preparados de aplicación cutánea se elaboran para favorecer la aplicación local de los principios activos en las zonas a tratar.
En esta tipología de productos se encuentran sobre todo preparados semisólidos que es posible escoger entre distintas formulaciones con características y aplicaciones específicas:
- Ungüentos: formados con una base grasa hidrófoba (que no absorbe el agua), son los preparados más untuosos y nutritivos para la piel.
- Pomadas: similares a los ungüentos, pero elaborados a partir de bases grasas capaces de absorber agua. Se absorben más rápidamente con respecto a los ungüentos y pueden emplearse sobre pieles secas.
- Cremas: contienen excipientes grasos en su formulación, pero más del 50% de su contenido es agua. Tienen una acción hidratante y refrescante.
También existen otros preparados de aplicación cutánea como geles y lociones que destacan por su acción más superficial.
En definitiva, la diferencia fundamental entre cremas y ungüentos y otros preparados semisólidos para aplicación tópica es el contenido de agua.
¿Cuándo usar ungüentos?
A la hora de elegir el preparado semisólido más adecuado para el tratamiento de algún trastorno, además de fijarte en los principios activos que contiene, deberías tener en cuenta cómo actúa.
El ungüento, debido a una composición exclusivamente oleosa, es el preparado que otorga la acción más emoliente. De hecho, al aplicar un ungüento, se crea una capa de grasa sobre la piel que actúa de protección y favorece la retención de agua en la piel. El uso de ungüentos está indicado sobre todo en caso de irritaciones o para ablandar partes como codos, rodillas, plantas de los pies que presentan un tipo de piel más áspera y resistente.
Eso sí, por sus características, la aplicación resulta más lenta y tendrás que masajear más para extender el producto en el área afectada. La absorción también será más lenta. Aun así, el efecto oclusivo de un ungüento garantiza una mayor absorción de los principios activos con respecto a una crema o una pomada.
Desde luego, además de lo anterior, antes de aplicar un producto u otro sobre el cutis deberías tener en cuenta también otros aspectos como el tipo de piel y la zona de aplicación. Para el tratamiento de la piel seca en zonas como labios, nariz y mucosas en general el uso de cremas reparadoras es más adecuado. Si tienes una piel grasa, por ejemplo, lo ideal es que optes por productos oil free. Igualmente, para tratar una herida o una inflamación deberías evitar los ungüentos puesto que con su acción oclusiva pueden empeorar el problema.
¿Cuándo usar el ungüento con antibiótico
Los principios activos con acción antibiótica se usan para frenar el desarrollo de bacterias. Existen preparados antibióticos de aplicación tópica que se usan sobre la piel para prevenir la infección bacteriana en lesiones simples como quemaduras, cortes y raspones.
Para un correcto uso de estos medicamentos se recomienda seguir las indicaciones del fabricante y aclarar eventuales dudas con un facultativo.
Top ungüentos naturales
Cuidar tu salud de forma natural es una elección saludable y responsable que, sin duda, tiene un impacto positivo sobre tu bienestar físico y mental.
Los ungüentos son uno de los preparados semisólidos más utilizados en ámbito cosmético y medicinal y, gracias a la gran variedad de compuestos activos que nos brindan las plantas, los podemos aprovechar para el tratamiento de una gran variedad de trastornos.
Pero, lo más interesante es que un mismo ungüento se puede utilizar en muchas situaciones y algunos como los que proponemos a continuación no deberían faltar en tu botiquín de primeros auxilios natural.
Ungüento harpagofito
El harpagofito es conocido por ser uno de los mejores remedios naturales contra la artrosis. El ungüento enriquecido con extractos de harpagofito y otras plantas medicinales antiinflamatorias se aplica sobre la piel para reducir la inflamación. Además, tiene propiedades analgésicas que atenúan el dolor y mejoran la movilidad articular. Ideal en caso de dolores por sobrecarga o desgaste de las articulaciones.
Ungüento de cúrcuma
Los beneficios de la cúrcuma son innumerables y sus principios activos actúan también a nivel tópico. Sobre la piel la cúrcuma destaca por su efecto antiinflamatorio, antioxidante y antifúngico, de ahí que el ungüento de cúrcuma puede ayudarnos a solucionar muchas afecciones. Tener este preparado en casa es útil para el tratamiento de manchas, inflamación y otros daños de la piel relacionados con una excesiva exposición a los rayos solares, así como para eliminar los hongos que provocan onicomicosis.
Ungüento para hemorroides
El ungüento puede ser el mejor preparado para calmar y tratar las hemorroides. Gracias a sus características crea una capa protectora de las venas que al mismo tiempo proporciona principios activos calmantes y antiinflamatorios.
Otros ungüentos naturales
Existen muchos ungüentos a base de extractos naturales y sería complejo presentarlos todos en un solo artículo. Sin embargo, además de los que ya hemos mencionado, hay algunos ungüentos naturales que no podemos olvidar:
- Ungüento de árnica: útil en el día a día para aliviar molestias causadas por pequeños traumas y golpes.
- Ungüento de caléndula: con excelentes propiedades emolientes e indicado también para las pieles más sensibles.
- Ungüento de hipérico: para proteger, calmar y mejorar las irritaciones de la piel.
- Ungüento de propóleo: indispensable gracias a su acción purificante y emoliente sobre la piel. Muy eficaz en el tratamiento del herpes labial.