Hasta hace muy poco el aceite de coco tenía mala fama ya que se consideraba perjudicial por su grasa saturada y por lo tanto no se debía tomar. Esto se pensaba hasta hace pocos años, cuando aún no éramos capaces de diferenciar entre grasas saturadas dañinas (como la del cerdo) y las grasas saturadas beneficiosas (como las del coco).
Sin embargo, en los últimos años muchas investigaciones han demostrado que el aceite de coco es uno de los alimentos más saludables. Los ácidos grasos de cadena media, abundantes en el aceite de coco, se digieren más fácilmente y hay que destacar que son empleados de manera diferente por el cuerpo que otras grasas. Mientras que unas se almacenan en las células del cuerpo, la grasa del aceite de coco se envía directamente al hígado, convirtiéndose directamente en energía. De este modo cuando consumes aceite de coco, sus ácidos grasos son utilizados inmediatamente para producir energía en lugar de almacenarla como grasa en tu organismo. Gracias a esta rápida y fácil absorción se aligera la carga de trabajo del páncreas, del hígado y del sistema digestivo, por eso el aceite de coco acelera el metabolismo. Así que tu cuerpo va a quemar más calorías al día, lo que se traduce en una pérdida significativa de peso y un aumento de energía y vitalidad.
Cómo perder peso con el aceite de coco
Varios estudios clínicos recientes han reflejado que el aceite de coco, entre sus propiedades, aumenta y mejora la función de la glándula tiroides, es decir, aumenta el metabolismo, lo que ayuda a perder peso más rápido.
El efecto acelerador que tiene el aceite de coco se descubrió casi por error. Es una historia curiosa: por lo visto los criadores de cerdos de Filipinas decidieron añadir aceite de coco a la dieta de sus marranos, con el propósito de engordarlos más rápidamente. Antiguamente se había utilizado aceite de maíz y soja para estos fines, pero Filipinas tiene una gran cantidad de palmas de coco y para abaratar costes decidieron emplear este aceite. Y ocurrió algo sorprendente, ya que cuando añadieron este aceite a la dieta de los cerdos todos ellos perdieron peso a la vez que se volvían más activos. Obviamente, todos los científicos e investigadores del archipiélago se pusieron a estudiar el fenómeno y descubrieron que el aceite de coco mejora sustancialmente la función de la glándula tiroides, responsable de controlar el metabolismo.
Posteriormente se procedió a estudiar el fenómeno con humanos y se observó los beneficios que el aceite de coco tiene en la pérdida de peso
En un estudio llevado a cabo con dos grupos de mujeres se procedió a suministrar a una dosis diaria de 30 ml de aceite de soja o aceite de coco. Ambos grupos caminaron regularmente y consumieron dietas equilibradas.
Pasadas unas semanas las mujeres que consumieron el aceite de coco apreciaron una reducción de peso y en el tamaño de su cintura, en comparación con las mujeres que tomaron aceite de soja. Ademas, se produjo un aumentó del nivel de HDL (colesterol bueno), disminuyendo la relación LDL/HDL.
Sin embargo, el grupo que tomó aceite de soja experimentó un aumento del colesterol total, un aumento de LDL (colesterol malo), una mayor relación LDL/HDL, una disminución de HDL (colesterol bueno), sin reducción de la circunferencia de la cintura ni de la obesidad abdominal.
Estos beneficios fueron el resultado del consumo de ácidos grasos de cadena media que contiene el aceite de coco, en lugar de los ácidos grasos de cadena larga que se encuentran en el aceite de soja.
En Estados Unidos se ha puesto de moda con una gran popularidad, la “coconut diet” donde se utiliza una dieta baja en carbohidratos y suplementos de aceite de coco consumidos antes de las comidas. Los resultados de la dieta son muy positivos, logrando unos resultados muy interesantes en la pérdida de peso.