El ejercicio regular podría ser el antidepresivo natural más poderoso del que disponemos. De hecho, muchos de los efectos beneficiosos del ejercicio observados en prevención de la cardiopatía pueden estar relacionados tanto con su capacidad para mejorar el estado de ánimo como con su capacidad para mejorar la función cardiovascular. Varios estudios clínicos han demostrado claramente que el ejercicio tiene un gran efecto antidepresivo. Estos estudios han demostrado que una mayor participación en ejercicios, deportes y actividades físicas está muy asociada con la disminución de los síntomas de ansiedad, depresión y malestar. Así mismo, las personas que hacen ejercicio de forma regular tienen una mayor autoestima, se sienten mejor y son mucho más felices que las personas que no hacen ejercicio.
La mayor parte del efecto de la práctica de ejercicio que contribuye a mejorar el estado de ánimo se puede atribuir al hecho de que el ejercicio regular aumenta el nivel de endorfinas, las cuales están directamente relacionadas con el estado de ánimo. En uno de los estudios más interesantes que han investigado el papel del ejercicio y de las endorfinas en la depresión, se comparaban los niveles de beta endorfina y los perfiles de depresión de diez personas que hacían footing con los de diez hombre sedentarios de la misma edad. Los diez hombres sedentarios estaban más deprimidos, sentían más estrés en sus vidas y tenían un mayor nivel de cortisol y niveles más bajos de beta endorfinas. Tal y como constataron los investigadores, esto “reafirma que la depresión es muy sensible al ejercicio, fomentando una unión bioquímica entre actividad física y depresión”.
Un déficit nutricional de cualquiera de los nutrientes puede alterar la función cerebral y producir depresión, ansiedad y otros trastornos mentales. Sin embargo, el papel del déficit nutricional es solamente la punta del iceberg en relación con el papel de los efectos de los nutrientes sobre el cerebro y sobre el estado de ánimo.
Una suplementación polivitamínico-mineral proporciona una buena base nutricional sobre la cual contruir. Cuando se selecciona una fórmula polivitamínico-mineral, es importante asegurarse de que aporta la gama completa de vitaminas y minerales. En los individuos con depresión es bastante habitual que existan déficits de varios nutrientes. Los déficits más comunes son los de ácido fólico, vitamina B12 y vitamina B6.